La parcela se inserta en un entorno desestructurado y periférico, carente de referencias construidas significativas.
Destaca la ladera rocosa al oeste; sin vegetación; de fuerte pendiente y que arranca desde el mismo límite del solar.
El lindero Norte es medianero con una nave industrial de procesamiento de piedra, representado por un muro, recto y homogéneo, de aproximadamente 4-5m de altura.

La Normativa de Casco solicita alinear el nuevo edificio con los viales existentes, sin retranqueos.
El edificio se dispone, así, en la esquina Sur-Este de la parcela, donde formaliza las dos fachadas públicas a las calles que lo delimitan. Ante la falta de referencias formales de la nave industrial, y en prevención de posibles problemas en el contacto directo con la actividad desarrollada allí (vibraciones; ruidos; acceso de camiones y vehículos pesados en la misma esquina de contacto; incertidumbre sobre su evolución futura;…) se opta por un edificio exento; no apoyado en la medianería, formalmente autónomo y abierto a todas las orientaciones para la disposición de las viviendas. Se separa, así, de la medianería Norte en una banda de 4,20m donde se aloja el acceso general de residentes y vehículos.

El lindero oeste está al pie de la ladera rocosa, con una fuerte pendiente y elevándose rápidamente. A la vista de la experiencia en las edificaciones colindantes, donde el corte de la roca está demasiado próximo a las fachadas, afectándolas, optamos por separar el edificio de esta alineación; también de incierta evolución futura. Concentramos la superficie edificada hacia el este, más abierto y favorable; reservando este ámbito a pie de rocas como una zona abierta, posterior al edificio; para el aparcamiento y los espacios libres de la parcela.

El volumen se sobre-eleva 1m sobre la nueva acera terminada de la Travesía de Campuzano (calle principal y cota más baja) separando las viviendas del nivel de tránsito público exterior, y funcionando como zócalo-basamento murario en hormigón armado visto que absorbe las irregularidades altimétricas del perímetro construido. Garantizamos así, que todos los espacios habitados de la Pl Baja permanezcan por encima de la rasante en la calle transversal al Sur, en pendiente ascendente. Al mismo tiempo, aleja en altura los espacios domésticos abiertos sobre la calle, mejorando su seguridad y privacidad.

Por las reducidas dimensiones del edificio y el número de viviendas previsibles (una quincena); con el fin de no penalizar con una superficie (ratio)  excesiva los espacios comunes; y simplificar las instalaciones de transporte vertical (ascensor) se plantea un núcleo único de comunicaciones verticales (escalera +  ascensor + patinejo de instalaciones y cuartos técnicos). Esta decisión impone la disciplina de plantas de viviendas en niveles homogéneos que garanticen la accesibilidad universal a todas las superficies.

La unidad formal del conjunto deriva del tratamiento homogéneo de las superficies de fachada: un revestimiento continuo a la cal de aspecto térreo-pétreo en tonos claros; y una composición “clasicista” de los huecos con dimensiones generosas (de suelo a techo).

Los patios-jardín, tajos vacíos que penetran en el edificio, tratan sus paramentos verticales de manera diferenciada: superficies de acabado en colores vivos y luminosos: añiles, amarillos,…