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             "AMARCORD" 
            
              LA NAVE MEDIÁTICA  
               
              Seguimos un criterio lógico de  separar el funcionamiento de la biblioteca por edades de los usuarios y tipos de actividad.  Mientras la sala de lectura de los más pequeños se sitúa en el nivel superior, buscando para  ellos un mayor aislamiento e independencia, los mayores se encuentran en el primer nivel. Directamente en  contacto con el depósito de libros, los ordenadores  y 1os servicios de atención más especializada.  
              Es el nivel de acceso donde se  espera además una mayor afluencia de usuarios.  
               
              El segundo nivel, intermedio  entre los anteriores, se destina a las actividades de grupo, exposiciones y otras de carácter  "externo". El graderío oval es el punto de encuentro para la presentación de libros y  actividades de animación a la lectura.  
               
              Se ha procurado evitar  circulaciones entre los mismos que pudieran interferir o molestar, por lo que éstas se desarrollan  mediante un sistema de rampas próximas a la entrada y un núcleo de escaleras y ascensor en el  otro extremo de la sala, sirviendo estas últimas como salida de emergencia que conectarla con  la sala de exposiciones de la planta baja.  
               
              El control de acceso-salida se  resuelve en un único mostrador, abierto en una "vía del casco",  próximo a la entrada, donde al mismo tiempo se centralizan las labores de  préstamo/devolución. Constituye  la pieza visible del espacio destinado a labores administrativas organizado en oficina paisaje bajo la proa del  barco.  
               
              Los niveles como planos abiertos  y ligeramente solapados/contrapeados; lo que da lugar a un juego de alturas diversas para  adecuarse a las diferentes funciones sin romper la unidad espacial.  
               
              Queremos que la visión del conjunto pueda ser lo más  amplia posible sin renunciar a la necesaria  intimidad y concentración, aprovechando para eso la zona de superposición entre  planos contiguos.  
               
              El faro-cono de luz, en clara  referencia a la ciudad analógica, se erige en hito vertical unificador, al irrumpir sobre el  dominio horizontal de las plataformas, hasta contactar con la cubierta. Dotado de una forma  geométrica simple con luz propia generada desde su base por iluminación  artificial, se contruye a semejanza de una gran pantalla de lámpara de mesa,  con anillos concéntricos fijados a un  trípode metálico sobre los que se tiende su cubrición textil.  
               
              El depósito de libros, la  auténtica bodega de carga, sigue un esquema lineal de almacenaje en forma de espina de pez con  pasillos intermedios de suficiente anchura para permitir una consulta cómoda de los volúmenes.  
               
              Se protegen de la luz en un  espacio de poca-altura alejado, además, de la zona de iluminación directa procedente de las  ventanas al patio.  
              Al lado del mismo situamos la  sala de lectura de los más mayores. Su expansión en altura hasta los cinco metros proporciona otra  cualidad espacial más acorde con su función.  
              Allá arriba, las troneras filtran  una luz natural difusa, auténticos restos que nos refieren el barco donde estamos.  
              Para la lectura, contamos con la  luz intensa y directa de los ventanales situados a nivel junto a los planos de lectura.  
              Su funcionamiento se organiza de  forma regular con mesas de tres metros de longitud aptas para ocho personas colocadas  paralelamente entre si, en la dirección de entrada principal de la luz.  
               
              Más próximo a la salida un  ambiente más informal y distendido indica el lugar destinado a las publicaciones periódicas.  
               
              El último nivel, plataforma de  observación privilegiada, permite recuperar la auténtica escala de la nave y su  contenedor-astillero.  
               
              El barco se ha deformado, acepta  su nuevo destino e intenta adaptarse al medio que lo acoge. Así, desplaza su casco perdiendo  la forma original, hasta disponerse paralelamente a los muros del edificio. La unión entre  ambos se realiza a través de unas troneras que iluminan la sala de lectura de  los más pequeños.  
               
              El juego de los eclipses  desarrollado en los niveles superiores integra las grandes mesas del mobiliario con los huecos  circulares produciendo un desplazamiento relativo entre ambos.  
               
              El lucernario sobre el fondo de  la nave valora la dirección predominante de nuestra sala, al mantener el plano inferior de la  techumbre, interponiendo diafragmas triangulares que rellenan el espacio de entronque de las  cubiertas.  
               
              La estructura es sencilla y sigue  en lo posible el orden estructural de la trama regular de los soportes. Es metálica y no se  oculta ni se enmascara, se pinta en un azul intenso. Los  forjados se resuelven con losas de hormigón que garantizan el debido  aislamiento y solidez.  
              El casco del barco en madera  laminada, así como los elementos de mobiliario, asientos, mesas y estanterías.  
               
              Los pavimentos son de terrazo  hecho in situ en una coloración amarilla, salvo en zonas de permanencia y lectura que se  resuelven con grandes placas de corcho colocadas en diagonal.  
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