Simplicidad y transparencia. Una piel de vidrio que se disuelve en un concierto de colores.
La propuesta no plantea ninguna veleidad formal. Al contrario, el volumen terso y escueto se ciñe con precisión a las alineaciones de la parcela y los retranqueos normativos

Su visualización, su aspecto formal final, es el resultado de modular estética y dimensionalmente un sistema constructivo que envuelve las fachadas y determinará su comportamiento bioclimático; así como el nivel de confort de los usuarios. Es la fachada de “doble piel”: una cámara de aire especializada de control térmico-lumínico-ambiental.

La cámara incorpora en su interior un sistema de paneles perforados deslizantes para control de la radiación solar, acabados en colores intensos (rojo; verde; amarillo; azul; negro; blanco…) que con su juego cromático, su movimiento, sus ocultaciones, su alternancia como fuente de color diurna, o como fuente-tamiz de luz nocturna (fanal) marcarán el aspecto cambiante, camaleónico y fugaz de una piel viva y que “respira” (cámara de aire ventilada).

Al exterior su formalización refleja con fidelidad el principio de organización y la filosofía asociada que rige la globalidad del proyecto (aplicada en sus niveles formal; funcional; estructural): una banda de “espacios servidores” que recorre la línea de medianería (núcleo; instalaciones; aseos; usos compartidos –salas de reunión,.… -) sirve a los espacios del trabajo y las actividades principales (“espacios servidos”).

La banda de espacios servidores se materializa como una caja de muros de hormigón armado blanco visto; los espacios servidos como una estructura discreta de pilares metálicos que se envuelve con la caja de vidrio compleja de “doble piel”.

Este esquema general se adapta a la singularidad de las plantas baja y ático, donde desaparece la fachada de doble piel y prima una transparencia extrema.

La planta de acceso, percibida como ligeramente retranqueada por el espesor de la fachada (1m) que vuela, es la continuidad natural del nuevo espacio público peatonal en Ogoño. Apenas separados por una delgada lámina de vidrio transparente. El tratamiento unificado del solado facilita esta percepción de continuidad espacial exterior-interior.

La disposición de las piezas "expositivas" (Turismo; Centro de Demostración Tecnológico) y de "dinamización de actividades" (Sala Polivalente) en relación con el vestíbulo, posibilita su funcionamiento independiente o unificado en diversos grados, para facilitar la organización de eventos con mayor relevancia y/o exigencias. La práctica totalidad de la Planta de Acceso se transforma en un espacio fluido de actividades públicas y divulgación, muy abierto al nuevo espacio peatonal. Las posibilidades, así, se multiplican.

La estructura perimetral vista transmuta los pilares metálicos tradicionales por otros singulares inclinados, a modo de “pilotis” o “pantalla-malla estructural”  que hace de “apoyo visual perceptible” del edificio, así como de transición material interior-exterior.

La planta ático, normativamente retranqueada, recupera la alineación con un umbráculo-celosía de lamas metálicas perforadas (aluminio) protectoras  dispuestas sobre la terraza.

En el interior del edificio, su previsible monotonía (horizontal, de sucesión o loteo de espacios de trabajo; vertical, de superposición de niveles) se rompe con un vacio-patio en posición ligeramente centrada, que rasga diagonalmente todo el espacio a partir del vestíbulo de acceso, relacionando visual y espacialmente los diferentes niveles. Este patio se asoma y toma la luz desde la fachada para difundirla por las zonas profundas del edificio. A él se asocian y asoman los espacios públicos de espera y relación. De él toman la luz los despachos interiores.

El nuevo espacio público en Ogoño se concibe como un “areto kanpora” (salón exterior) que multiplica las posibilidades divulgativas y de todo tipo de actos públicos: Getxo Elkartegia | Elkartegi Azpiegitura en la calle. Extensión natural de la planta de acceso del edificio, como ya se ha indicado.

Por este motivo la incorporación de “elementos urbanos” permanentes que puedan interferir y/o mediatizar el desarrollo de esos actos se restringe al máximo; y considerando su tamaño, no excesivamente grande, se propone una intervención de mínimos.

Así, se concibe como una superficie plana y libre, donde el color gris y neutro de la cuarcita del solado queda pautada por unas bandas/líneas de luz transversales integradas en el mismo solado. Estas líneas de luz parten desde las calle Urquijo y Las Mercedes y se van densificando hacia la entrada al edificio.

La incidencia volumétrica de la propuesta se reduce a la rampa de acceso de vehículos al garaje; en continuidad con ella, el cortavientos-zaguán de acceso del edificio; y como únicos elementos singulares  de referencia se incorporan unos lucernarios en acero corten que llevan la luz natural al parking bajo la plaza;  simultáneamente, sirven como luminarias nocturnas de este espacio público y como bancos de descanso diurno.