ORGANIZACIÓN FUNCIONAL
Se opta por una disposición en bandas paralelas al lado mayor que responden, básicamente, al esquema de “espacios servidores” y “espacios servidos”, únicamente roto por la inserción del vacío central, que introduce la tercera dimensión para relacionar espacialmente las diversas plantas.
En posición paralela a la medianería se desarrollan sendas bandas lineales de usos servidores y distribución:
- más próxima al lado ciego, el núcleo de comunicaciones verticales (ascensores + escalera); patinejos de instalaciones; aseos; cuarto de limpieza de planta; usos complementarios (salas de reunión; presentaciones; grupos de trabajo; descanso; … en general, usos compartidos por las diversas oficinas/entidades que puedan operar )
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a continuación, los espacios de distribución y zonas de espera;
A lo largo de la fachada se van “secuenciando” los usos principales (espacios servidos):
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oficinas, aulas y sala de reuniones , en Promoción Económica del Ayuntamiento;
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módulos de oficinas de Elkartegi Azpiegitura;
en tamaño según necesidades y desarrolladas sobre una planta libre que condiciona mínimamente esta distribución.
La planta de acceso, por su carácter más público-representativo y de usos más diversos se organiza, a partir del vestíbulo y la sala polivalente, con criterios de máxima independencia de las piezas (de los usos en ellas instalados); visibilidad desde el exterior; y flexibilidad en los cerramientos para multiplicar las opciones de configuración espacial.
El programa se distribuye a lo largo de las fachadas y permite, si así se considera conveniente para cada uno de los usos, un funcionamiento independiente del resto del edificio, en horario propio no coincidente con la apertura habitual. Todos disponen (o podrían disponer) de acceso propio desde la calle.
SISTEMAS CONSTRUCTIVOS | MATERIALES
La propuesta integra materiales y soluciones arquitectónicas actuales con una buena respuesta bioclimática y de ahorro energético. Es más, las soluciones constructivas y su resultado estético surgen como respuesta a esa inquietud “ecológica” inicial.
En este nivel es donde se sitúa la aportación más significativa de la propuesta: la “fachada de doble piel”. Una cámara de aire especializada que envuelve completamente y de forma continua el edificio, define su imagen y regula su comportamiento térmico-ambiental.
Salvando los casos singulares de las plantas baja y ático, el resto se envuelven con una doble piel de vidrio, separadas entre sí 1m, para formalizar una cámara de aire “activa” que incorpora diversos elementos y acciones con el fin de regular el flujo térmico y la radiación solar en el edificio, según las circunstancias climatológicas externas; y que como resultado mejorará de manera importante la estabilidad térmica en el interior del edificio, con el consiguiente ahorro energético y mejora del bienestar de los usuarios.
El sistema se compone de los siguientes elementos base, que funcionan conjuntamente para asegurar su efectividad:
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Una cámara de aire capaz de ser ventilada de forma activa y controlada; o de permanecer cerrada;
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Un conjunto de paneles perforados deslizantes, movidos a voluntad del usuario, que cubre completamente las fachadas, para regular la incidencia de la radiación solar directa y conseguir cierto grado de oscurecimiento y/o intimidad;
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Un cerramiento exterior de vidrio laminar, transparente y características aislantes mejoradas;
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Un cerramiento interior de vidrio doble en cámara y tratamiento mejorado para aumentar sus características de aislamiento térmico-acústico.
Las bandas extremas superior e inferior de las fachadas, a todo lo largo de las mismas, son unas rejillas lineales de ventilación, en acero inoxidable, que llevan asociadas unas “lamas de control del flujo”. Estas lamas se mueven electrónicamente en función de la temperatura del aire en el interior de la cámara y la época del año.
En situación verano el aire de la cámara se calienta y tiende a ascender por la misma. Las lamas de control de flujo se sitúan en posición “abierto” y el aire sale a través de las rejillas de la zona superior. La renovación del aire en la cámara queda asegurado a través de las rejillas en el nivel inferior, con sus lamas también en posición “abierto”. Este proceso podría acelerarse-forzarse con la introducción de un equipo adecuado de extracción de aire.
En situación invierno, el aire caliente de la cámara actúa de colchón protector, radiando parte de su calor hacia el interior. Interesa su permanencia. Las lamas se sitúan en posición “cerrado” para evitar la salida del aire caliente.
A nivel de cada forjado de planta una rejilla tipo “tramex”, de acero galvanizado en caliente, cubre la anchura de la cámara. El flujo del aire circula libremente a su través; al mismo tiempo permite el acceso del usuario a los paneles, y de los servicios especializados para la limpieza y el mantenimiento.
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